En el texto para qué sirve leer, la autora señala entre sus puntos
importante que, “En estos tiempos de revolución digital, en que los puntos de
referencia culturales, así como las informaciones, llegan por diferentes
medios, numerosos profesionales son conscientes de la necesidad de construir
puentes, de inscribir lo escrito en un enfoque más amplio”.
Esto apunta a que, en la era actual de avances tecnológicos y
acceso a información diversa, los expertos reconocen la importancia de conectar
diferentes perspectivas y contextos culturales para lograr una comprensión más
completa y profunda. Se refiere a la idea de integrar diversas fuentes de
conocimiento y experiencias para enriquecer la comprensión y la comunicación.
Pero, frente a la era digital actual, ¿qué papel juega la lectura
convencional?
¿La tecnología podría remplazar a un libro, un papel?
Para abordar todas estas inquietudes, conviene definir la lectura
como el proceso de interpretar y comprender un texto escrito, ya sea en formato
impreso o digital. Es una actividad fundamental que nos permite adquirir
conocimiento, explorar nuevas ideas, estimular nuestra imaginación y expandir
nuestro horizonte cultural. A través de la lectura, podemos sumergirnos en
diferentes historias, perspectivas y mundos, enriqueciendo nuestra mente y
nuestro espíritu.
Entre los tipos de lecturas, tenemos la llamada lectura convencional,
definida como la práctica de leer textos manuscritos, o en formato impreso,
como libros, revistas o periódicos. se caracteriza por ser una actividad física
y sensorial, que involucra la manipulación de las páginas, la sensación del
papel y la tinta, así como la capacidad de marcar, subrayar o tomar notas en el
texto.
Al leer de forma convencional, se estimulan diferentes sentidos y
se crea una experiencia única y tangible que contribuye a la honda conexión e
inmersión en el contenido.
En cambio, la lectura digital se define como la práctica de acceder
y leer textos en formato digital, a través de dispositivos electrónicos como
computadoras, tabletas, e-readers o teléfonos inteligentes. Este tipo de
lectura permite a los usuarios acceder a una amplia variedad de contenidos en
línea, como libros electrónicos, artículos, blogs y noticias, de manera rápida
y conveniente.
Una de las principales características de la lectura digital es la
interactividad que ofrece, permitiendo a los lectores interactuar con el
contenido a través de enlaces, multimedia, búsquedas rápidas, notas y
marcadores. Esto facilita la personalización de la experiencia de lectura y el
acceso a información adicional de forma instantánea.
Además, la lectura digital brinda la posibilidad de llevar consigo
una amplia biblioteca en un solo dispositivo, lo que resulta en una mayor
portabilidad y comodidad para los lectores. Asimismo, la lectura digital ha
democratizado el acceso a la información y la cultura, al eliminar barreras
geográficas y económicas, permitiendo a más personas explorar diferentes temas
y autores.
Pero no solo barreras geográficas y económicas, también barreras de
accesibilidad, porque resulta que la lectura digital ha permitido a las
personas con discapacidad visual, acceder a todos esos espacios culturales y de
conocimientos, que no se había podido acceder por falta de material adaptado, y
también ha permitido a las personas con discapacidad intelectual, comprender
mejor la lectura sobre un tema en específico.
¿entonces? ¿Lectura convencional? O lectura digital
Aunque la lectura digital representa una evolución en la forma en que consumi mos y compartimos información, ofreciendo una experiencia dinámica, interactiva y accesible para los lectores de hoy en día, la lectura convencional sigue siendo valorada por su capacidad para estimular los sentidos y permitir una conexión más profunda con el contenido.